Como ya es tradición cada 31 de Octubre, el colegio celebró una fiesta anglosajona muy popular y esperada entre los más pequeños (y no tan pequeños) y que cada vez se afianza más en países de habla no inglesa como el nuestro: HALLOWEEN, juego de palabras que significa ‘Víspera de Todos los Santos’.
Por un día, tanto maestros como alumnos nos convertimos en fantasmas, brujas, zombies, monstruos y otros personajes terroríficos propios de esta festividad.
Además los pasillos de todo el colegio estaban ambientados y decorados con motivos ornamentales tradicionales como calabazas, brujas, murciélagos, fantasmas, esqueletos o telarañas. Incluso los propios alumnos nos ayudaron con esta decoración realizando en clase dibujos y manualidades.
¡Como veis, tanto alumnos como profesores hicimos un gran despliegue creativo!
En cuanto a las actividades llevadas a cabo con el objetivo de acercar más a nuestros alumnos a los orígenes y costumbres de esta celebración, además de las realizadas a nivel de aula como fichas, canciones y cuentos, se prepararon diversos talleres que realizamos a lo largo de esa mañana:
Por un lado y como cada año, los alumnos visitaron nuestra tradicional exposición de calabazas, en la que quedó demostrado una vez más la creatividad, ilusión y esfuerzo que ponen los alumnos y padres participantes para sorprendernos cada año si cabe más que el anterior.
Por otro lado, quisimos que los niños conocieran más acerca del origen de halloween desde una perspectiva histórica, por lo que los alumnos de segundo y tercer ciclo pudieron disfrutar del visionado de un documental sobre las tradiciones de esta fiesta, sus símbolos más característicos y su surgimiento.
Los más pequeños, por su parte, disfrutaron de un capítulo de “La pajarería de Transilvania”, serie de animación franco británica que seguro recuerdan los más mayores y forma parte de la infancia de muchos de nosotros.
Asimismo, se realizó un taller de maquillaje en el que se les explicó a los alumnos los trucos y los efectos especiales que se llevan a cabo en las películas del género de terror para crear cicatrices y heridas.
Además, se prepararon manualidades para hacer en las aulas tales como murciélagos con pinzas, fantasmas con globos y tela, o telarañas con palos de polo, algodón y plastilina.
Por último, confeccionamos nuestro particular “túnel del terror”, un pasillo que hizo gritar de miedo hasta al más valiente y que los maestros no sólo decoramos y ambientamos sino en el que también participamos como actores dispuestos a asustar a todo aquel que quisiera entrar.
En definitiva, fue un día ¡terroríficamente divertido!